Es una inversión que te permite brindarle a tus hijos, a través de un ahorro, un futuro universitario.
Técnicamente, se trata de pólizas que, además de constituir un buen ahorro, garantizan que el menor o beneficiario, es decir tu hijo, recibirá el dinero acordado aun cuando faltes, pues la aseguradora se compromete a seguir pagando la prima hasta que tu hijo cumpla 15, 18 o 22 años, según el plan que contrates.
Una característica más de este seguro es que se presentan algunas de las coberturas adicionales y que son importantes para ti.
Por ejemplo, la de invalidez total y permanente, que se refiere a la suma que se pagará cuando tú como padre de familia, sufras alguna incapacidad a consecuencia de un accidente o una enfermedad. O la cobertura de muerte accidental (la que se refiere a que si el que contrata fallece en un accidente), la institución pagará a los beneficiarios designados, además de la suma asegurada por fallecimiento, la contratada para esta cobertura.
Para contratar un seguro escolar debes mencionar los siguientes factores para que la aseguradora pueda determinar el costo de la prima: suma asegurada que se desee contratar, edad del menor, edad y sexo del titular, plazo del seguro, tipo de moneda y beneficios adicionales que se deseen contratar.
Para que la suma asegurada no pierda su valor adquisitivo durante la vigencia del seguro, por lo normal estos productos se venden en dólares o UDIS, que se convierten en pesos de acuerdo al tipo de cambio vigente en el momento del pago de la prima y cuando el seguro escolar se hace efectivo.
Tú decides la opción de pago de primas que mejor se ajuste a tus necesidades: anual, semestral, trimestral o bien mensual.
Alejandra Galaviz
Tania Soberanis Romero
Rafael Martínez Guizar
Ricardo Martínez Magallón
Miguel Martínez Guizar
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Ricardo Martínez Magallón
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